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Este curso podrá tener variaciones de horario en algunas sesiones para realizar salidas. El matrimonio de Fernando de Aragón (1452-1516) e Isabel de Castilla (1451-1506) en 1469 será el hecho que marque el auténtico nacimiento del Estado moderno y de España como nación. Como gobernadores conjuntos de ambos reinos el primer objetivo de Isabel y Fernando, fue la consolidación de la autoridad real, muy debilitada por sus antecesores. Una de sus primeras medidas fue la creación de la Santa Hermandad, un cuerpo de policía de ámbito local controlado por la Corona y destinado a eliminar el bandolerismo. Además, los R.R.C.C. hicieron frente a una parte de la nobleza, especialmente exaltada, quitándole privilegios e importancia, ya que empezaban a tener un peso importante en la población. Mayor trascendencia tendrá la labor administrativa de los reinos. En Castilla, una vez superada la guerra civil, los reyes imponen una progresiva centralización. Las Cortes, reunidas en Toledo en 1480, reorganizan el Consejo de Castilla, restando poder a los votos de la nobleza y creando la figura de los Secretarios Reales, ministros al frente de todo el organismo burocrático en el terreno local. La corona se aseguró el gobierno de las ciudades a través del nombramiento de corregidores, representantes del poder central en los municipios. Por su parte, en la Corona de Aragón, las Cortes de los diferentes territorios siguen disfrutando de una amplia capacidad legislativa y de control de actuación de los monarcas, lo que contrasta, en gran manera, con la política centralista y casi autoritaria de la Corona de Castilla. Uno de los mayores apoyos que tuvo la monarquía en estos momentos fue la Santa Inquisición, que ya existía en Aragón y que se introdujo en Castilla en este período. En 1478 el Papa Sixto I autorizó a los reyes a nombrar “inquisidores “. El tribunal eclesiástico pasó a convertirse en un instrumento de la Corona para eliminar a los disidentes políticos, manejando así a la población con el uso del miedo y suprimiendo a las minorías religiosas (judíos y musulmanes). Junto a la reorganización administrativa , los R.R.C.C. protagonizan una activa política exterior, orientada a la creación de un imperio de ultramar, al contener la expansión francesa en el Mediterráneo occidental y estrechar las relaciones con los países del Mar del Norte, socios naturales del comercio lanero castellano.

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(6) Este curso podrá tener variaciones de horario en algunas sesiones para realizar salidas.

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ISABEL GOMEZ