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A principios del siglo XIX Asturias, junto con el País Vasco y Cataluña, fue pionera en la generación de un sistema económico centrado en el desarrollo de la actividad secundaria, lo que -unido a su riqueza carbonífera y las posibilidades de comercialización a través de sus puertos- dio lugar a una etapa de auge con importantes consecuencias para sus villas y ciudades. En este proceso, Gijón ocupa un lugar destacado con la creación de El Musel y la proliferación de industrias complementarias de la navegación y una variada gama de actividades. Como consecuencia de este auge aparece una fuerte burguesía que adquirirá una noción progresiva de su papel y una mentalidad optimista respecto al presente y al futuro. Para que esta mentalidad se hiciera notoria en torno a 1900, fue necesario un proceso anterior económicamente favorable, donde confluyen, además de la industrialización, otros factores como la vuelta de los capitales de Cuba que, en 1898 vuelven a invertirse en Asturias , tanto en la industria como en las actividades relacionadas con el comercio y, también, en importantes edificios, que contribuirán a completar la modernización de la ciudad. Así, los años comprendidos entre el último cuarto de siglo XIX y primer decenio del XX supondrán para la ciudad un doble crecimiento. Por un lado un aumento espacial y demográfico y, por otro, un aumento de la capacidad urbanística y de la propia imagen plástica. Este aumento del nivel cualitativo se inicia en el momento en que determinados grupos sociales, concretamente los beneficiarios del desarrollo económico asturiano, tienen entre sus aspiraciones fundamentales la de plasmar en las zonas residenciales de la ciudad la proyección de sus propias formas de vida y cultura. Gijón trata de equipararse a ciudades como Barcelona o Bilbao en el orden económico, y a Santander y San Sebastián desde el punto de vista de localizaciones de veraneo, en los centros más atractivos del país. La burguesía realiza una serie de inversiones como la iluminación de gas y eléctrica en el casco de la ciudad, las alineaciones de calles, los intentos de supresión de callejones y los proyectos de pasajes comerciales y plazas para paseos que pronto plasmarán un intento de remodelación arquitectónica en toda la ciudad. Se asiste, además, a una promoción y atención, sobre todo a nivel municipal y también por iniciativa privada, hacia los medios de cultura: la preocupación por los centros de enseñanza, fomento de la sociedad de carácter cultural intentos de creación de museos, exposiciones, etc. El resultado más evidente de este conjunto de factores será la arquitectura realizada en esa época. Quedan calles que conservan amplias muestras de construcciones novecentistas y permiten reproducir todo el entramado de elementos que se integran en un edificio: casas de pisos, bancos, cafés o teatros.

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Notas

Otras Notas

(6) Este curso podrá tener variaciones de horario en algunas sesiones para realizar salidas.

Profesores

ISABEL GOMEZ