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El presente curso quiere hermanar dos actividades artísticas en apariencia alejadas: una de naturaleza visual y espacial, donde todo posa, y otra esencialmente auditiva y temporal, donde todo pasa. Con la narración como sustancia y la pintura como accidente, pondremos el acento en la convergencia creativa de ambos a través de unos argumentos que invitan a acentuar las cualidades sensoriales de la prosa. Haremos un selecto recorrido por algunos de los relatos más hermosos desde mediados del siglo XIX hasta finales del XX, estudiando los recursos plásticos de una narrativa breve cuyo tema central es la propia pintura. Analizaremos el color de los adjetivos, la composición de las escenas, la profundidad de campo de los símbolos, el dibujo de los personajes y su claroscuro sicológico, la textura de la ambientación espacial y los rasgos propios del estilo de artistas que definen su tiempo y a la vez resultan inconfundibles entre sus contemporáneos. Desde la fantasía gótica de Poe, en “El retrato oval”, hasta el apólogo oriental de Marguerite Yourcenar, en “Cómo se salvó Wang Fo”, pasando por la introspección sicológica de Manuel Mújica Láinez, en “La viuda del Greco”, nos apasionaremos con la aventura creativa de pintores reales e inventados, con los sueños y los límites del arte, y con la belleza y desolación de la vida.

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JAVIER GARCIA-ALMUZARA